domingo, 10 de abril de 2011

Voltaire continuacion...



Aspectos
[editar] Voltaire y el antisemitismo

Voltaire criticó en numerosas ocasiones la pretensión del pueblo judío de ser el Pueblo Elegido por Dios y se hizo eco de los prejuicios habituales en su época contra los judíos.
 Esta actitud negativa, que ha llevado a algunos a tildarle de antisemita o antijudío, se inscribe en la hostilidad general del autor contra la religión, que le llevó a atacar
 con idéntico celo a cristianos y musulmanes.2 Por ello, muchos historiadores consideran a Voltaire antirreligioso en general, antes que antisemita o anticristiano.
[editar] Citas antisemitas de Voltaire

(Tomadas de su Diccionario filosófico, 1764)

    Artículo sobre los «antropófagos»:

    «¿Por qué los judíos no habrían sido antropófagos? Habría sido la única cosa que hubiera faltado al pueblo de Dios para ser el más abominable de la Tierra».

    Artículo sobre los «Estados y gobiernos»:

    «...una horda de ladrones y de usureros...».

    Artículo sobre los judíos:

    «Me ordena hacerle un cuadro fiel del espíritu de los judíos, y de su historia; y, sin entrar en los caminos inefables de la Providencia busqué en las costumbres de este
pueblo la cadena de acontecimientos que esta Providencia ha preparado».

    «Son el último de todos los pueblos entre los musulmanes y los cristianos, y se creen el primero. Este orgullo en su descenso se justifica por una razón sin contrapartida;
 es que ellos son realmente los padres de los cristianos y de los musulmanes. Las religiones cristiana y musulmana reconocen a la judía como a su madre; y, por una contradicción
singular, sienten por esta madre respeto y horror».

    «Se desprende de este cuadro resumen que los hebreos casi siempre han sido o errantes, o tunantes o esclavos o sediciosos: aún hoy son vagabundos sobre la tierra, y para horror
 de los hombres, garantizando que el cielo y la tierra, y todos los hombres, se crearon para ellos solos».

Voltaire y el dinero
Homenaje a Voltaire en un billete bancario francés (de la segunda mitad del siglo XX).

Voltaire murió siendo inmensamente rico: fue uno de los mayores rentistas de Francia. El origen de estas rentas era:

    su pluma; en su Comentario histórico sobre las obras del autor de «La Henriade», evoca el éxito de esta obra publicada en Gran Bretaña, gracias a la protección del rey,
    el mecenazgo de los príncipes, según las épocas Jorge I de Gran Bretaña, Luis XV de Francia, Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia,
    las rentas de los habitantes de Ferney,
    lugares diversos: lotería, préstamos a la aristocracia, inversiones marítimas: en 1758 entran en el puerto de Cádiz barcos cargados de oro de América, donde había colocado parte de su fortuna;
    y el comercio triangular, según algunos.

[editar] Voltaire y el diluvio: un error de apreciación

La presencia de fósiles marinos en la cima de las montañas fue considerada en su época como una prueba de haber estado bajo el agua y, por consiguiente, el diluvio. Voltaire no
admitía esta interpretación, ni siquiera la idea de que hayan podido estar algún día fondos marinos donde se encuentran las montañas. Apoyaba su idea en el Diccionario filosófico
mostrándose sorprendido de que nadie haya pensado en una explicación, según él, bastante más simple: que cruzados o peregrinos hayan tirado moluscos de los que tenían entre sus
 provisiones para su viaje. A todo esto hay que añadir que tampoco el diluvio ha sido el causante de la altitud de estos fósiles, sino la deriva continental.
[editar] Voltaire y la esclavitud

Voltaire cree posible humanizar la esclavitud. La falta de humanidad de los patrones es la que causa los males de la esclavitud. No critica el principio,3 sólo la forma, lo que
 se ve reflejado en Cándido.

Sin embargo, se entusiasma en la liberación de sus esclavos por los cuáqueros de Pensilvania en 1769. Se interesa aún más por «los esclavos de los monjes» de Pays de Gex, que son
 «más infelices que los negros».
[editar] Voltaire y el fanatismo

Toda la obra de Voltaire es un combate contra el fanatismo y la intolerancia, y eso desde La Henriada, en 1723. «Entendemos hoy en día por fanatismo una locura religiosa, oscura
 y cruel. Es una enfermedad que se adquiere como la viruela» (Diccionario filosófico, 1764, artículo «Fanatismo»).
[editar] Voltaire y la historiografía

Voltaire fue también historiador. Acuñó la expresión 'filosofía de la historia', contraponiéndola de forma polémica a la teología de la historia, habitual hasta entonces, que
 explicaba los acontecimientos históricos recurriendo a una supuesta intervención divina en los hechos.

Se interesó por el estudio del pasado, primero mediante sus tragedias, algunas de las cuales abordan temas históricos y presentan personajes que existieron realmente. En La Henriade
describe la historia épica de Francia, centrándose en Enrique IV, fundador de la monarquía de los Borbones en Francia, que puso fin a las guerras religiosas. También escribió la historia
de Carlos XII de Suecia. Más tarde, escribió las obras El siglo de Luis XIV y Ensayo sobre las costumbres.

Como historiador, Voltaire rechaza tanto la «teología de la historia» como la «historia erudita». Ridiculiza sin piedad las interpretaciones religiosas que se han dado en la historia,
 como la de Agustín de Hipona, según el cual todo lo sucedió en la antigüedad gira en torno al pueblo de Palestina.

YONER VARELA
CRF

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